PAJARA




Es el municipio más meridional de la Isla así como el más extenso de las Islas Canarias.

La zona de Pájara comienza a poblarse desde el siglo XVI y ya en el siglo XVIII constituye un nucleo de población importante. Eso explica que en 1711 se crea la ayuda de Parroquia de Nuestra Señora de Regla. Posteriormente, en la primera mitad del siglo XIX, se crea el ayuntamiento.

Cuenta con la mayor extensión de playas del archipiélago, con "tan solo" veintiocho kilómetros de longitud en la playa de Sotavento, a la que habría que sumar las distintas calas y la de Cofete dentro del Parque Natural del mismo nombre, hábitat único en el mundo del "Cardoncillo de Jandía" (Euphorbia handiensis), eso ha determinado que gran parte de su litoral esté ocupado por urbanizaciones turísticas. Actualmente sus habitantes se dedican mayoritariamente a actividades derivadas del turismo y en menor medida a la agricultura. No obstante se han conservado tradiciones ganaderas como las "apañadas", que también se realizan en el resto de la Isla, y consisten en la reunión de ganaderos para conducir a las "gambuesas" el ganado que se encuentra en la costa en estado semi salvaje, y proceder a realizar una marca propia en las orejas y cara de cada animal.

En el campo de las manifestaciones culturales hay que destacar los numerosos ejemplos de arquitectura tradicional y la arquitectura religiosa. La construcción de la iglesia de Nuestra Señora de Regla corresponde a los siglos XVII y XVIII. En ella destaca el sello del pórtico que presenta motivos decorativos que recuerdan al arte azteca.

También ofrece interés la ermita dedicada a la advocación de San Antonio, construída en el siglo XVIII en el pueblo de Toto.

En el aspecto pesquero detacan dos localidades: Ajui y Morro Jable. La primera por su exquisito sabor marinero, que unido al hecho de tratarse del "Puerto de la Peña", punto de desembarco de los conquistadores y estar situado en el único lugar de la Isla donde es posible observar dos fragmentos de la placa continental, hacen de la localidad un espacio único. Y la segunda por ser el núcleo originario del centro turístico de la Isla, pese a lo cual ha sabido conservar todo el tipismo de la gastronomía tradicional.

Las inmejorables condiciones de sus playas en cuanto a viento, por las características especialísimas de una de las zonas de la playa, la práctica inexistencia de olas, y las excelentes temperaturas que se registran a lo largo del año, hacen de esta zona una de las mejores a nivel mundial para la práctica del Windsurfing, tal es así que es sede de finales de Campeonatos Mundiales profesionales.